- Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
- La moderación es siempre la táctica preferible.
- La mayor parte de la gente confunde la educación con la instrucción.
- En asuntos de vital importancia, lo vital es el estilo, no la sinceridad.
- Hay que tener buena memoria despues de haber mentido.
- Préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio.
- Latoso es el que nos quita la soledad y no nos da compañía.
- Paciencia: Forma menor de desesperación disfrazada de virtud.
- El más irreprochable de los vicios es hacer el mal por necedad.
- Jamás es excusable ser malvado, pero hay cierto mérito en saber que uno lo es.
- Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas.
- Nada se olvida mas despacio que una ofensa; y nada mas rápido que un favor.
- No encuentres la falta. Encuentra el remedio.
- Los necios admiran; los sensatos aprueban.
- He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.
- Todo el mundo comete errores. La clave es cometerlos cuando nadie nos ve.
- El miedo es natural en el prudente, y el vencerlo es lo valiente.
- El que no tiene caracter no es un hombre: es una cosa.
- Quien da pronto da dos veces.
- Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
- Tiene valor aquel que admite que es un cobarde.
- El hombre que tiene miedo sin peligro inventa el peligro para justificar su miedo.
- El tedio es una enfermedad del entendimiento que no acomete sino a los ociosos.
- La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.
- En la mayoria de los hombres la conciencia es una anticipación de la opinion ajena.
- La ira es una locura de corta duración.
- Cuando no hay humildad, las personas se degradan.
- Algunos se equivocan por temor a equivocarse.
- La ambición es un vicio, pero puede ser madre de la virtud.
- Ser visto es la ambición de los fantasmas; ser recordado, la de la muerte.