- ¿De qué juguetería te escapaste muñeca?.
- Me gustaría ser baldosa, para poder verte la cosa.
- ¡Dichosa la mañana en que aparezcan tus hermosos zapatos debajo de mi cama!.
- Tú no tienes ninguna anomalía. Lo que tienes es una gran anovirtud.
- Dichosos los ojos que te ven y más feliz la mano que te toque.
- ¡Goooorda! Tírate un pedo en el gallinero y nos disfrazarás a todos de indios.
- En esta noche tan fría yo te ofrezco mi estufa. No tiene pilas ni cables, pero igualmente se enchufa.
- ¡Estás tan buena que te comería con ropa y todo aunque me pasara un mes cagando trapos!.
- Si tus piernas son las vías, ¡cómo será la estación!.
- ¿Jugamos al adivino? Tú te sientas en mi cara y yo adivino cuánto pesas.
- ¡Con ese culo te invito a cagar a mi casa!.
- Cómo quisiera ser pedo... para hacer tronar esas nalgas.
- Tus ojos son dos faroles que iluminan mi camino, anoche los cerraste y me hice mierda contra un pino.
- Cómo me gustaría que fueras vaca para poder ordeñar esas tetas.
- Quisiera ser y no soy, quisiera ser y no puedo. Quisiera tocarte el culo aunque me cagues los dedos.
- Te quiero como la mierda, no te olvido ni cagando. Cada pedo que me tiro, es un beso que te mando.
- Te quiero y por quererte me muero. Si por quererte me muero, no sé para qué carajo te quiero.
- ¿Qué regla ni qué compás? ¡Si no se puede por delante, que sea por detrás!.
- Nena, ¿hacemos el 68? Tú me la chupas y yo te debo una.
- No me deslumbran tus ojos, ni me impresionan tus senos. Con que tenga yo tus nalgas lo demás es lo de menos.