- Quien lee sabe mucho; pero quien observa sabe todavía más.
- Los hechos no dejan de existir aunque se les ignore.
- Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas.
- Vos todavía no aprendiste lo que yo ya me olvidé.
- La verdadera explicación sencillamente no se puede explicar.
- Un día del hombre erudito es más largo que un siglo del ignorante.
- Lo más importante que se aprende cuando se gana es que se puede ganar.
- La falta de opciones aclara la mente maravillosamente.
- La ignorancia se demuestra más hablando que callando.
- La duda suele ser el principio de la sabiduría.
- La moraleja más exquisita: tan pronto lo dejas todo, todo puede ser tuyo.
- No menos que el saber me place el dudar.
- La sabiduría es hija de la experiencia.
- El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe.
- Saber y saberlo demostrar es valer dos veces.
- Saber mucho da ocasión de dudar más.
- El saber es la única propiedad que no puede perderse.
- Una cosa es saber y otra saber enseñar.
- Sacar provecho de un buen consejo exige más sabiduría que darlo.
- El sabio consigue más ventajas por sus enemigos que el necio por sus amigos.
- La sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
- Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría.
- Quien daña el saber, homicida es de sí mismo.
- El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin.
- Saber para prever, a fin de poder.
- Lo maravilloso de aprender algo, es que nadie puede arrebatárnoslo.
- Sabio es aquél que constantemente se maravilla.
- La soledad es la mejor nodriza de la sabiduría.
- La ciencia se puede aprender de memoria, pero la sabiduría no.
- La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.