- Si te casas lo lamentarás. Si no te casas, también lo lamentarás.
- He cometido el peor pecado que uno puede cometer: no he sido feliz.
- Para hacer negocios no se requiere ingenio, basta con no tener delicadeza.
- Cuando todo está perdido, no hay golpe peligroso.
- La vanidad es el amor propio al descubierto.
- Donde comen dos, comen tres.
- Eres como el sol de invierno, que sales tarde y calientas poco.
- Sí no té gusta como soy... simplemente no vengas donde estoy.
- Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo.
- En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
- Donde comen dos, comen tres.
- De los tiempos el que más corre es el alegre.
- De los tiempos el que más corre es el alegre.
- El dinero no da la felicidad, pero aplaca los nervios.
- La medida del amor es amar sin medida.