- Yo sólo sé que no sé nada.
- Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas.
- Las cosas se originan por la separación de los contrarios.
- Lo indefinido es divino, pues es inmortal e imperecedero.
- Lo ilimitado no tiene principio pues, en tal caso, sería limitado.
- El principio y elemento de las cosas es lo indefinido.
- El agua es el elemento y principio de las cosas.
- Los perros sólo ladran a quienes no conocen.
- Sin esperanza se encuentra lo inesperado.
- A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
- En el círculo se confunden el principio y el fin.
- Los buscadores de oro cavan mucho y hallan poco.
- Son distintas la aguas que cubren a los que entran al mismo río.
- Los asnos prefieren la paja al oro.
- El sol es nuevo cada día.
- La ira se halla también en otros animales; la sabiduría, sólo en el hombre.
- Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.
- Todo lo difícil debe intentarse mientras es fácil.
- El sabio no enseña con palabras, sino con actos.
- Cada situación es el mejor axioma para progresar en el camino.
- Si el precio de la sabiduria es la vejez, prefiero ser imbécil.
- Un diccionario es un universo en orden alfabético.
- Comprender es difícil. Una vez que se comprende, la acción es fácil.
- Lo que no es bueno para el enjambre no es bueno para la abeja.
- El manantial desaprueba casi siempre el itinerario del río.
- La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede.
- La llama del conocimiento quema por completo la escoria.
- Busca algo que no sepas hacer bien, y no lo hagas.
- La inteligencia es memoria.
- Mi granero se ha quemado. Ahora puedo ver la luna.