- La historia se repite. Ese es uno de los errores de la historia.
- En toda obra de genio reconocemos nuestros pensamientos rechazados.
- Sea fiel a sus instintos. ¡Son suyos!.
- La sal no sala y el azúcar no endulza.
- Vale mas saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.
- La tierra es la cuna de la razón, pero no se puede vivir siempre en la cuna.
- Al oír un eco muchos creen que el sonido proviene de él.
- El tiempo es como un río que forma los acontecimientos.
- A veces también el silencio es una opinión.
- Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra.
- En la vida real, el que no se rinde es todo un valiente.
- Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera.
- El mejor camino para salir es siempre a través.
- Lo que más necesitamos es una persona que nos obligue a hacer lo que sabemos.
- La antigüedad del tiempo es la juventud del mundo.
- Nada es veneno, todo es veneno: La diferencia está en la dosis.
- Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente.
- En un mundo de fugitivos el que transita el justo camino, parece huir.
- Los corazones duros se vencen con súplicas blandas.
- Roguemos fuerza a nuestra misma desesperación.
- No decir mas de lo que haga falta, a quien haga falta y cuando haga falta.
- Muchas cosas son las que el tiempo cura, no las que la razón concierta.
- Desdichado es el que por tal se tiene.
- Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
- Un alma grande está por encima de la injuria, de la injusticia y del dolor.
- Que fácil es empujar a la gente... Pero que difícil guiarla.
- Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles.
- El que no pueda guardar sus pensamientos, jamás sabrá analizar grandes cosas.
- No hay hombre mas desdichado que el que nunca probó la adversidad.
- Para progresar no basta actuar, hay que saber en que sentido actuar.