- Debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción.
- Nunca se va tan lejos como cuando no se sabe adónde se va.
- Mejor no hacer nada que hacer cualquier cosa.
- Un niño prodigio es alguien que sabe tanto de niño como de mayor.
- Es importante mantener una mente abierta, pero no tanto que se te caigan los sesos.
- Educación es lo que la mayoría recibe, muchos transmiten y pocos tienen.
- No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.
- La ocasión es como el fierro: se ha de machacar caliente.
- Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo.
- Cuanto más alto asciendas en la montaña, más fuerte soplará el viento.
- La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona.
- Nunca vayas por el camino trazado, porque conduce hacia donde otros han ido ya.
- Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a sus dioses.
- Escritura en la entrada del templo de Delfos, Grecia.
- Donde funciona un televisor, hay alguien que no está leyendo.
- La razón es un monarca condenado a luchar de continuo con las pasiones sublevadas.
- La razón acabará por tener razón.
- No hay ninguna cosa buena que no tenga su base en la razón.
- La razón es también una pasión.
- Como la vista es al cuerpo, la razón es al espíritu.
- El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan.
- La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.
- Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.
- El hombre es la medida de todas las cosas.
- Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento.
- Saber es poder.
- Para poder seguir tengo que empezar todo de nuevo.
- La realidad baila sola en la mentira.
- Muchas cosas ocurren sin ser vistas.
- Quien viaja demasiado aprisa se pierde la esencia del viaje.