- Si caes siete veces, levántate ocho.
- Muerto el último árbol, muerto el último hombre.
- Unicamente los peces muertos nadan con la corriente.
- La hora más oscura es justo antes del amanecer.
- El futuro pertenece a los que se preparan para él.
- Hay mejores peces en el mar de los que se hayan podido pescar hasta ahora.
- Dime a quién amas y te diré quien eres.
- El tiempo que uno pasa riendo es tiempo que pasa con los dioses.
- La suerte de la fea, la linda la desea.
- La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro.
- Los muertos y las visitas a los tres días apestan.
- Más peligroso que mono con navaja.
- No hay peor sordo que el que no quiere oir.
- Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe.
- La ropa sucia se lava en casa.
- La suerte es loca, y a cualquiera le toca.
- La pereza es la madre de todos los vicios.
- El que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.
- Genio y figura hasta la sepultura.
- El que se quema con leche, cuando ve una vaca llora.
- El que se acuesta con niños, se levanta meado.
- Un tonto engaña a cientos si le dan lugar y tiempo.
- Perro que ladra no muerde.
- No hay mejor desprecio que no hacer aprecio.
- El que a hierro mata, a hierro muere.
- Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
- En boca cerrada no entran moscas.
- El hábito no hace al monje.
- Donde no hay cabeza todo se vuelve rabo.
- De grandes cenas están las sepulturas llenas.