- Una cosa es haber andado más camino y otra, haber caminado más despacio.
- Nada se tiene mientras no viene; y cuando viene, tampoco se detiene.
- No te aflijas, sino alégrate de preferir ser, aún siendo miserable.
- El mundo no fue hecho en el tiempo, sino con el tiempo.
- Asi como toda carencia es desgracia, toda desgracia es carencia.
- El irritarse por las cosas que acontecen es un divorciarse de la naturaleza.
- La gota perfora la piedra.
- El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes.
- Es evidente que existe un primer principio y que no existe una serie infinita de causas.
- Lo que tiene alma se distingue de lo que no la tiene por el hecho de vivir.
- Es causa aquello de donde proviene el primer principio del cambio o del reposo.
- El filósofo auténtico se ejercita en morir, y para nadie es menos temible que la muerte.
- El poder de moverse a sí mismo es la esencia del alma.
- Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.
- Un principio no puede ser producido, pues, si lo fuera, dejaría de ser principio.
- Todo lo que se llama estudiar y aprender no es otra cosa que recordar.
- En realidad sabemos nada de nada. La opinión es sólo afluencia de figuras.
- En lo material la bella medianía es más segura que la megalomanía.
- El imposible que algo llegue a ser de lo que de ninguna manera es.
- Los contrarios supremos, principios de toda generación, son el frío y el calor.